¿Hacia una fotografía nacional?

Written By Unknown on Sabtu, 05 Januari 2013 | 15.16

Carlos Monsiváis

Periódico La Jornada
Viernes 4 de enero de 2013, p. 3

No existe ni podría existir algo parecido a una fotografía nacional. Pero sí hay una respuesta unificada ante el país (fenómeno, tema o problema). Incluso los fotógrafos más artepuristas se contagian de una fuerte ansiedad por así decirlo ontológica: queremos adueñarnos del alma de México, nos importa lo inasible, lo inexpresable a través de las palabras.

A un fotógrafo excepcional como el alemán Hugo Brehme no le aflige lo anterior: él recorre el país y capta la serenidad que es preámbulo de resignaciones o de rebeliones. Pero Brehme es un técnico y no cree en la fotografía como arte, empresa cuyo inicio en México le corresponde –previo vigorosa influencia del pintor Diego Rivera– a los norteamericanos Edward Weston y Paul Strand y a los soviético Serguei Eisenstein y Éduard Tissé.

En los veintes y treintas, Rivera es algo distinto de un mito, así ya empiece a serlo. Encara la potencia del arte revolucionario y es fuente de aprovisionamiento de los significados ocultos y públicos de México, gestor de las interpretaciones políticas y cosmogónicas de nuestra realidad. En su concepción muralista, México es una superficie plástica que va del Renacimiento a la lucha de clases, un hacinamiento de símbolos que recupera el fervor de obreros y campesinos, la suma de intensidades que usan el vestido típico o del gesto decodificable. Rivera cree saber lo que es México, cree posible develar su secreto y pone al servicio de esa búsqueda su genio artístico y su genio publicitario. Además, Rivera piensa que la fotografía esencializa a la personalidad humana que habita México. (En 1962, Rivera les dice a Weston y a su discípula Tina Modotti: Estoy seguro que si don Diego Velázquez volviera a nacer sería fotógrafo.)

Los veintes y los treintas son en México décadas de una fe integral que engloba al mismo tiempo la técnica, los públicos y el sentido de nación. En pro o en contra, la Revolución mexicana unifica a intelectuales y artistas que descubren, redescubren, colonizan o exploran a México. En esa atmósfera, Weston se radicaliza artísticamente y accede a la sinceridad:

"Debería –confiesa en su Diario– estar fotografiando más fundaciones de acero o fábricas de papel, pero aquí estoy en México romántico y, se quiera o no, nuestro derredor nos influye. Puedo, por lo menos, ser genuino. La vida aquí es intensa y dramática, no necesito fotografiar poses premeditadas y hay paredes encendidas de sol de texturas fascinantes y hay nubes".

Para Weston la fotografía es arte autónomo que trasciende lo testimonial o la incorporación fortuita de la belleza. Su pretensión es transmitir otra posible aplicación de la mirada, mostrar una confianza genuina en el uso plano de los sentidos. La fotografía contribuirá a revaluar la vida, reclamará los derechos de la sensualidad, eliminará hipocresías y egoísmos. "La cámara –declara– debe usarse para registrar la vida, para hallar la sustancia y la quintaesencia de la vida misma, sea acero cromado o carne palpitante"... En las cabezas de Lupe Marín, Galván o Tina he capturado fracciones de segundo de intensidad emocional. La fotografía nos devuelve poderosamente a la naturaleza, y naturaleza es todo aquello poseído por un íntimo o público élan vital: las viejas costumbres indígenas y católicas, los otros (la gratificación estética de la sangre y el sufrimiento), las pulquerías, las mujeres hermosas.

De modo previsible, Rivera admira las derivaciones de sus propias teorías estéticas. Ante la foto del senador Galván disponiéndose a dispararle a una moneda, declara: Es un retrato de México. ¿Qué se incorpora allí, según Rivera? ¿El vértigo de la autoridad, el instinto del poder, la concentración de la acción? Más bien se alude a la adecuación: México-fuerza viril-pasión demostrativa. Pero el retrato de Galván es excepcional en la producción de Weston. Más bien, él, Strand y Tina Modotti interpretarán, previa indiferencia manifiesta al hecho que si la fotografía es o no arte, ejemplificar un nuevo credo romántico fundado en el redescubrimiento de las facturas visuales.

Tú eres más que mis ojos porque ves/ lo que en mis ojos llevo de tu vida, dice Carlos Pellicer y Weston o Strand suscribir perfectamente estas palabras en beneficio de la fotografía. Como Tissé, el camarógrafo de Eisenstein, el extraordinario Paul Strand influye en las concepciones fotográficas a través del cine, por su labor de camarógrafo en Redes (1936, de Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel). En Redes, Strand despliega el esplendor estatuario del trabajo y de los trabajadores, el sustrato catártico de un paisaje animado y reorientado por la lucha política.

Fragmento del prólogo del libro Maravillas que son, sombras que fueron. La fotografía en México


Anda sedang membaca artikel tentang

¿Hacia una fotografía nacional?

Dengan url

http://culturaarticle.blogspot.com/2013/01/ahacia-una-fotografaa-nacional.html

Anda boleh menyebar luaskannya atau mengcopy paste-nya

¿Hacia una fotografía nacional?

namun jangan lupa untuk meletakkan link

¿Hacia una fotografía nacional?

sebagai sumbernya

0 komentar:

Posting Komentar

techieblogger.com Techie Blogger Techie Blogger