Crear un sistema de acciones comunes en el ámbito cultural, desafío de AL

Fabiola Palapa Quijas

Periódico La Jornada
Jueves 10 de octubre de 2013, p. 4

Durante el encuentro Estímulos a la creación, promoción y difusión artística, que organizó la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, el brasileño João Luiz Silva Ferreira, secretario de Cultura de la ciudad de Sao Paulo, consideró que crear un mercado común cultural latinoamericano no es una tarea utópica.

"Podríamos contar –dijo Ferreira– con la colaboración de gobiernos y empresarios de la cultura del continente para facilitar la libre circulación de los bienes culturales, la cooperación y la coproducción".

A manera de ejemplo recordó que hace 50 años llegaba a Brasil mucha música de México y actualmente no llega la moderna música mexicana y la que arriba de Sao Paulo a la capital mexicana es muy eventual.

En su intervención, el brasileño conocido como Juca Ferreira, reiteró que existe la posibilidad de desarrollar una cooperación efectiva no puramente gestórica, que vaya más allá de la hermandad que existe entre México y Brasil, pues América Latina es el tercer mercado mundial.

El funcionario brasileño argumentó que cuando trabajó en la Secretaría General Iberoamericana realizaron una propuesta a los jefes de Estado en la reunión de Cádiz el año pasado y los mandatarios aprobaron la idea de desarrollar estrategias para construir un mercado y un espacio comunes.

Por el acceso a la cultura

Juca Ferreira compartió algunos datos culturales de Brasil. Señaló que menos de 10 por ciento de los brasileños va alguna vez al año al cine, y con casi 200 millones de habitantes los libros tienen una tirada promedio de 5 mil ejemplares, por eso su política pública se volcó a promover el acceso de la población a la cultura.

Explicó que en Brasil existe un proyecto de ley, el cual señala que el principal mecanismo de financiamiento del país sudamericano será un fondo nacional de cultura, que "recibe aportes públicos, pero también está capacitado para negociar con empresarios y el sector privado con la finalidad de mantener un fondo permanente que no sea sólo a través de presupuesto público.

Estamos en transición del modelo pasado (la ley Rouanet) en la renuncia fiscal a uno que diversifica las formas de apoyo, aunque no estamos en contra del incentivo fiscal, pero no puede ser el principal mecanismo de financiamiento de la cultura y mucho menos la decisión de la aplicación de esos recursos dependa del departamento de mercadotecnia de las empresas. Tiene que ser una negociación de interés público y la asociación privada.

El gran desafío de Latinoamérica, dijo, es avanzar en la dirección de un desarrollo cultural, incluida la economía cultural y crear un sistema de posibilidades de intercambio y acciones comunes.

En el encuentro también participaron Christiane Pelchat, delegada general de Quebec en México; Edgardo Bermejo Mora, director de Arte y Cultura del British Council; Verónica Elizondo, de la embajada de los Países Bajos, y Ricardo Fuentes, director artístico del Centro Cultural Ollin Yoliztli y asesor de la Comisión de Cultura.

Menos inversión privada en cine

Pelchat hizo énfasis en que para Quebec la cultura es importante para mantener y promover nuestra identidad francófona de América del Norte. La cultura y sus industrias contribuyen al desarrollo económico de Quebec y el apoyo del gobierno es fundamental para desarrollar nuevos mercados internacionales.

Bermejo Mora indicó que ante la reducción de recursos públicos para el arte y la cultura en el mundo, se han encontrado nuevos mecanismos de estímulo para ese ámbito a partir de políticas fiscales novedosas.

Citó el caso del sistema de lotería británico que ha apoyado más de 4 mil proyectos artísticos, ya que 28 peniques de la lotería son destinados a entidades de beneficencia y de esa cifra 40 por ciento son asignados a iniciativas culturaes.

Ricardo Fuentes, además de denunciar cómo se ha reducido la inversión privada porque no hay ese capital de riesgo que puede entrar en juego para invertir en una producción cinematográfica, se refirió al estímulo fiscal para proyectos cinematográficos (Eficine 226).

La diputada Margarita Saldaña, presidenta de la Comisión de Cultura y Cinematografía, explicó que la finalidad de la ponencias es que los diversos involucrados en la cultura en México, como los artistas, promotores culturales, funcionarios, empresarios, directores de instituciones culturales públicos y privados, así como legisladores, entre otros, puedan aprender de las buenas prácticas y las problemáticas que enfrentan otros países en materia cultural.

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