Laura Restrepo, en la capital jalisciense, durante la entrevista con La Jornada; la narradora participó en la FIL de GuadalajaraFoto Arturo Campos Cedillo
Ericka Montaño Garfias
Enviada
Periódico La Jornada
Martes 10 de diciembre de 2013, p. 5
Guadalajara, Jal.
Dejar de ser periodista es una renuncia a la que no se puede una resignar y aun en la literatura el punto de partida siempre es lo que ves hacer a los demás. Es la voz de Laura Restrepo (Bogotá, 1950), periodista y escritora colombiana, quien presentó su novela más reciente, Hot sur, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que terminó el domingo.
En su libro, publicado por Planeta, la autora habla de la migración y el fin del sueño americano, pero sobre todo, de la reunión de tres mujeres, madre e hijas. Realidad y ficción. Periodismo y literatura.
La magia de la literatura es que puede y no puede separarse de la realidad. Parte de ésta, se le mete por debajo, le mira las tripas luego la ve desde arriba. En esa medida no puede desprenderse, pero al mismo tiempo la reconstruye en algo que tiene mucho de juego, de diversión, que permite de cierta forma suplirla. Creo que hay una relación dialéctica de asumirla y contradecirla, de manera simultánea que hacen la esencia de la literatura
, dice en entrevista con La Jornada.
–¿La literatura acerca más a la realidad que los periódicos?
–A la par de los periódicos, leer es algo que te acerca a la realidad, a la que sea. Nada te explica hitos de la historia de la humanidad, como El Quijote o los libros de Shakespeare, Hemingway o Saramago, porque hay una capacidad de condensación de lo humano poderosa. Son como cápsulas condensadas de humanidad y de lo que la humanidad sentía, sus contradicciones, aspiraciones, fracasos, quizá de una manera más intensa de lo que te podría dar un ensayo u otro tipo de testimonio de lo que ha sido el paso del ser humano por la Tierra.
Más allá del sueño americano
Laura Restrepo ha trabajado al mismo tiempo dentro y fuera de la literatura, y su trayectoria de periodista se refleja también en sus novelas. No se deja de ser periodista, aunque se escriba ficción, esa "es una renuncia a la que no se puede una resignar. El punto de partida siempre es lo que ve hacer a los demás, escuchar a los demás, estudiándolos.
"Creo que de las cosas más complejas a la hora de hacer literatura es de verdad lograr desentrañar los motivos de tus personajes, y para poder desentrañar el motivo de la gente, la observación de la vida real es muy importante y eso tiene que ver más con el periodismo que con la literatura.
"En el caso de Hot sur estas mujeres (los personajes María Paz, su hermana Olivia, Bolivia, la madre), su motivo aparente es perseguir el sueño americano, como ir hacia una vida nueva. Creo que en el fondo me parece que es la sensación que deja la novela, ellas que han partido su grupo familiar bastante desestructurado en Colombia el fin último es reunificar esa familia que en su país no logra los lazos de solidaridad necesarios para acercarse. Como si la historia se mordiera la cola y como si el punto de llegada fuera el de partida". Así, Hot sur no es una novela que hable sólo del fin del sueño americano.
Necesitaba una protagonista central, la quería latina en Estados Unidos, y arrinconada en una situación muy difícil, a ella se la puse muy cuesta arriba porque su situación es casi insalvable: acusada de haber asesinado a un policía blanco estadunidense, con el cual se ha casado por interés, todo está en su contra. Colocarla en la situación más extrema, esa era mi idea y luego ponerle suficiente fuerza y picardía como para poder sacarla de ahí. Casi no lo logro, me tomó un montón de páginas que tiene la novela porque estaba muy hondo, estaba muy abajo, pero la idea era esa: un personaje en la situación más imposible en la que pueda estar un latino en Estados Unidos y a partir de ahí explorar
.
La migración "es la gran gesta de nuestros días, esta migración de un tercer mundo que anda buscando ampliar horizontes y que de alguna manera reclama un lugar en el planeta, esa es la gran gesta que nos ha tocado vivir, y una migración de la cual todos de una manera u otra hacemos parte.
"Cómo no escribir sobre eso. Hot sur engloba a las mujeres primordialmente porque son Maria Paz, su madre Bolivia y su hermana Olivia que son como un núcleo, pero también los hombres que las acompañan y una serie de personajes que sin ser latinoamericanos también integran el sur o porque son pobres o migrantes, o desplazados o al margen de la ley, es como todo ese país secreto que se va construyendo por el país oficial, y que hacen que Estados Unidos no son lo que parezcan.
"Esa migración masiva de latinos y de gente de todos lados, que quizá desde el punto de vista oficial sea marginal y que en realidad se ha ido asentando por sus propios caminos, la ilegalidad ha ido conformando toda una serie de estratos donde se unifica y ahí hay un vuelco de la cultura para mí fascinante y no reconocido todavía en Estados Unidos, donde basta con ir a las librerías y ver los anaqueles de libros en español: están en el último rincón o son tres pequeñas repisas donde está Cervantes, Quino, como una falta de reconocimiento de quiénes son los latinos, a partir de la base que son gente inculta que no lee, y cuando en realidad Estados Unidos está lleno de profesionales latinos que trabajan allá.
Es interesante que una realidad tan contundente siguiera siendo clandestina y no reconocida, como una especie de bomba de tiempo que les va creciendo y a la que todavía no quieren darle nombre
.
Hot sur habla de eso, pero también de la familia a través de María Paz, a la que la escritora colocó en una situación extrema. Laura también ha vivido situaciones extremas. ¿Escribirá sus memorias?, es la pregunta.
"He vivido muchas cosas, pero también el periodismo hace no ponerse uno en primera plana; supongo que esa es una virtud y un defecto. El periodista está detrás de cámaras, he tratado de hacer una literatura detrás de cámaras.
Admiro mucho a un escritor como Fernando Vallejo que sabe ponerse delante de la cámara de una manera honesta, brutal, magistral; se abre el pecho delante de la cámara. Lo mío siempre ha sido colocarme tras bambalinas, sin embargo de esa manera siempre estás contando tu historia a través de tus personajes. Porque, de dónde salen los personajes si no es del fondo de ti mismo, así tengan otras encarnaciones muy distintas
.
El libro más autobiográfico de Restrepo es Demasiados héroes, que presentó hace algunos años en la FIL de Guadalajara, en el que narra la historia de una madre con su hijo adolescente, quienes inician un viaje para encontrar al padre del muchacho. Eso hace parte de mi vida, y escribí esa novela porque necesitaba explicarle a mi hijo muchas cosas de su padre
.
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